jueves, 14 de noviembre de 2013

Poesía en el Palacio: Maite Salcedo

Una semana más volvemos al Palacio de los Patos a disfrutar del ciclo Poesía en Palacio, esta vez de la mano, y de los versos, de Maite Salcedo, que presentará su poemario En sus dedos, el mar. La invitada estará acompañada por el también poeta granadino Daniel Rodríguez Moya, que ya nos ha deleitado con su poesía en ocasiones anteriores

Maite Salcedo (Granada, 1965). Atraída desde muy joven por el mundo infantil, cursó estudios en la
Universidad de Granada, especializándose en Pedagogía Terapeútica. Es autora de numerosos relatos y poemas que dan vida al blog “A orillas del Rhin”, escritos bajo el seudónimo de Erato. En sus dedos, el mar es su primer libro.

Dónde: Hotel Hospes Palacio de los Patos (C/ Solarillo de Gracia, 1, junto a C/ Recogidas)
Cúando: Viernes, 15/11/2013, 20:30 h.
Entrada libre hasta completar aforo.



Anclas

A la deriva,
con la sal en los labios
ella rema y recuerda las violetas en el aljibe,
el amor de almadraba y piratas,
el niño y su balanceo en la baranda.

Un nuevo mar
y ella sigue remando.
Las torpes promesas a lo lejos
y un corazón caliente
latiendo en su espalda.

Bajo el agua
el sexo que aún incendia sus manos
y la misma voz que detiene sus ganas.

Ella rema,
tiembla con el vaivén de las olas,
lame sus anhelos y desea
el blanco suicida de sus caderas
con un nombre que no llega.

El "amor ancla"
le regala peces  y barcos
que ella no sueña.

Contracorriente,
los ojos bien abiertos,
ella suelta amarras.

A diez mil pies
ella sabe que nunca le gustó el agua,
que no quiere anclas
ni elegías de amor en llamas.
 
 

Vivir un nombre

Una súbita esperanza se juega el sol en mi garganta
en esta mañana con olor a café y hierba mojada.
Recuerdo hoy el día que inventé
un nombre en el que vivirme y
perderme en un cuerpo encendido
sin candiles que me guiaran.

Fueron días sin intrusos y noches de herrumbre
que obligaban al abandono en los patios de la infancia.
Sigiloso y taciturno llegó el corazón blindado
y el adiós de la ceniza en los labios.
Y los andenes, los puertos y esas ráfagas de espanto
en las voces que anunciaban el destierro en la media noche.

Ahora sé que no es bueno inventar un nombre
donde yacen todos los gemidos de una historia que no me pertenece,
con sobresaltos y simas llenas de asombro.
En las letras del nombre que nunca debí cambiar
habita un rumor de ojos inquietos y
solo un nombre sin sortilegios ni relojes me espera.
 

Horas de luz y amapolas

En sus brazos arribó toda la ternura y junto a ellos,
nada hacía presagiar la soledad que guardaría la carne
de tanto mar y tanta mirada erguida.

A tientas iba al encuentro
de sus domingos de Pasión y rosas rojas
y ante ellos se reclinaba mi culpa y las hojas rotas de tanta espera.

Agitaba el pañuelo con gesto contrariado
y en el aire aparecían círculos concéntricos
que bailaban al son de su sonrisa blanca.

Fue la hora de la luz y las estrellas,
la luz que derramaba olas en mi cuerpo
y entre los helechos inventaba para mi victorias.

Era el tiempo de arrojar puñados de sal al fuego
de otras noches eternas y oír crepitar las dudas
que nunca fueron historia.

Fue el momento en que se amaba a corazón descubierto,
sin armaduras ni trincheras, la hora que todo lo pudo
y vino a salvarnos del silencio rojo de las amapolas.

Fue en sus brazos el lugar exacto
donde derroté el azul frio de los espejos
y escuché una melodía de arrabal que vive en mi para siempre.

Maite Salcedo

LIBROS / POESÍA / EVENTOS                       

2 comentarios:

Poesia fuerte y elegante, como tu ... Enhorabuena

Poesia fuerte, elegante y ... muy buena. En horabuena

Publicar un comentario